La violencia en Nuevo León no da tregua. Lejos de disminuir, los índices delictivos han repuntado durante la gestión de Samuel García Sepúlveda, quien hoy encabeza el periodo más violento de los últimos tres gobiernos estatales.
Los datos son contundentes: en comparación con sus antecesores, los homicidios y los feminicidios se han disparado, y la violencia familiar alcanza cifras récord en la entidad.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante lo que va del actual sexenio se han registrado 2,816 homicidios y 47 feminicidios, superando los 1,579 homicidios ocurridos durante el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y los 2,602 que se contabilizaron bajo la administración de Rodrigo Medina de la Cruz.
En materia de violencia familiar, las denuncias superan las 37,200, un incremento del 113% frente a Medina y del 18% respecto al Bronco, lo que confirma que los esfuerzos por contener la inseguridad no han sido suficientes.
Comparativa Entre Tres Gobiernos
Los números reflejan una tendencia clara al alza.
Mientras con Rodrigo Medina (2009-2015) se vivieron algunos de los años más duros en materia de violencia —especialmente durante la guerra entre cárteles—, la llegada de Jaime Rodríguez (2015-2021) trajo una reducción moderada en homicidios, aunque sin resolver los problemas estructurales de seguridad.
Ahora, con Samuel García Sepúlveda (2021-2027), la situación ha vuelto a agravarse. El aumento del 78% en homicidios respecto a El Bronco y del 8% frente a Medina coloca al actual mandatario en el centro de las críticas por la falta de resultados en su estrategia de seguridad.
Los Feminicidios En Nuevo León Siguen En Ascenso
El fenómeno de los feminicidios en Nuevo León también muestra un repunte preocupante.
Las 47 víctimas registradas durante el actual gobierno representan una cifra superior a la de años anteriores, evidenciando que la violencia de género no ha sido abordada con políticas efectivas ni programas de prevención sólidos.
Colectivos feministas han denunciado fallas en la atención a víctimas, deficiencias en las investigaciones y falta de seguimiento en los casos.
“El problema no es solo el número de feminicidios, sino la respuesta institucional que llega tarde o nunca”, señaló una activista.
Zonas Rurales Bajo Control Criminal
La crisis de violencia en Nuevo León no se limita al área metropolitana. Municipios como China, Doctor Arroyo, Galeana y Linares viven bajo constante tensión.
Emboscadas, enfrentamientos y ejecuciones son reportados con frecuencia. Los habitantes describen un escenario en el que el crimen organizado opera con libertad, mientras la presencia de fuerzas estatales resulta insuficiente o tardía.
“La Policía llega cuando todo terminó”, relató un residente de Galeana, reflejando la desprotección que enfrentan muchas comunidades rurales.
Estos territorios, históricamente olvidados, se han convertido en zonas de riesgo donde las familias viven con miedo constante.
Un Septiembre Violento Que Encendió Las Alarmas
La fragilidad de la seguridad estatal se evidenció nuevamente cuando, en un solo domingo, seis personas fueron asesinadas en diferentes municipios.
Entre las víctimas estaban una mujer y su hija embarazada atacadas en Monterrey, dos hombres ejecutados en la colonia La Reforma, un hombre asesinado en García y otro en Guadalupe a manos de su propio hermano.
Estos hechos colocaron nuevamente a Nuevo León en el primer lugar nacional en homicidios diarios, una posición que ya había ocupado en varias ocasiones anteriores.
La estadística no solo refleja la violencia cotidiana, sino también la incapacidad del gobierno estatal para controlar los brotes delictivos que afectan a la ciudadanía.
Suben homicidios en segunda quincena de septiembre en NL; cierra con 58 asesinatoshttps://t.co/XG3MOOb3kZ
— Milenio Monterrey (@MilenioMty) October 1, 2025
Un Gobierno Que Presume Avances, Pero Los Datos Lo Desmienten
A pesar de las cifras, Samuel García Sepúlveda sostiene que su administración ha mejorado la seguridad gracias a la estrategia “ESCUDO” y a la coordinación con fuerzas federales.
Sin embargo, los números del Secretariado Ejecutivo contradicen su discurso.
Los homicidios, los feminicidios y la violencia familiar siguen siendo los delitos más denunciados, mientras que la percepción de inseguridad crece entre los neoleoneses.
Encuestas recientes revelan que ocho de cada diez ciudadanos creen que la violencia ha aumentado durante este gobierno.
Los expertos advierten que los esfuerzos se han concentrado más en la promoción de imagen que en fortalecer las instituciones de seguridad y justicia.
El Impacto Social De La Violencia
El incremento de la violencia en Nuevo León no solo afecta las estadísticas: ha transformado la vida cotidiana.
Las familias evitan salir de noche, las mujeres se sienten inseguras en el transporte público y los negocios locales reportan pérdidas por extorsiones y robos.
“Vivimos con miedo, y eso ya no es vida”, expresó una comerciante del centro de Monterrey.
El miedo, la impunidad y la falta de respuestas han creado un clima de desconfianza generalizado.
Mientras tanto, las autoridades insisten en que todo va mejor, aunque las cifras digan lo contrario.
Violencia En Nuevo León: Un Futuro En Riesgo Si No Hay Cambios
Los especialistas advierten que, si no se implementan políticas serias de prevención y fortalecimiento institucional, Nuevo León podría cerrar el sexenio de Samuel García Sepúlveda con el registro de homicidios más alto en su historia.
Los llamados a revisar la estrategia de seguridad, profesionalizar a las policías municipales y mejorar la coordinación con la Federación se han vuelto urgentes.
La ciudadanía, por su parte, exige que los recursos se inviertan en inteligencia, capacitación y justicia, no en campañas mediáticas.
La violencia en Nuevo León no puede seguir normalizándose: cada estadística representa una vida perdida y una familia destruida.