- Refinería De Cadereyta Mantiene Operación Sin Mejoras Inmediatas
- Refinería De Cadereyta: Estado Reconoce Problema Pero No Acelera Soluciones
El gobierno estatal reconoció que la Refinería de Cadereyta continuará generando emisiones contaminantes durante al menos dos años más. Aunque se anunciaron renovaciones en curso, la autoridad confirmó que la reducción de emisiones de Refinería no sucederá pronto. La ciudadanía mantiene dudas sobre la actuación estatal y su poca capacidad para acelerar soluciones frente a uno de los focos de contaminación más graves del estado.

Refinería De Cadereyta Mantiene Operación Sin Mejoras Inmediatas
La comparecencia del Secretario de Medio Ambiente estatal dejó claro que el gobierno estatal reconoce la gravedad del problema. Sin embargo, también evidenció que no existen resultados inmediatos en el camino hacia una reducción significativa de las emisiones contaminantes. Aunque se habló de coordinación con el gobierno federal, la falta de avances concretos en el ámbito local alimentó cuestionamientos entre legisladores.
El funcionario admitió que la planta seguirá emitiendo contaminantes durante dos años más, aún cuando la población está en peligro de enfermedades respiratorias. La explicación oficial señaló que se están renovando dos desulfuradoras, pero esa actualización representa apenas una parte del equipamiento requerido para transformar el funcionamiento de la Refinería de Cadereyta.
Además, la autoridad reconoció que la magnitud del rezago tecnológico obliga a una intervención profunda y costosa. Esta situación, según especialistas, es resultado de años de falta de inversión, supervisión insuficiente y un proceso que no ha recibido la presión necesaria por parte de los gobiernos estatales para acelerar su modernización.
Refinería De Cadereyta Opera Con Problemas Que El Estado No Ha Enfrentado
En marzo, especialistas advirtieron que la planta enfrentaba una serie de fallas estructurales que dificultan cualquier esfuerzo de reducción de emisiones contaminantes. Entre los problemas señalados están el alto contenido de azufre en el petróleo procesado, las fugas constantes, la quema de combustóleo y la ineficiencia energética general del complejo industrial.
Estas deficiencias no son nuevas. Por el contrario, forman parte de un patrón de operación prolongado que no ha sido frenado por ninguna administración estatal. A pesar de la visibilidad del problema y de los episodios recurrentes de mala calidad del aire, el gobierno estatal no ha generado un plan estricto para exigir que Pemex realice una inversión de gran escala.
Algunos especialistas incluso sugirieron considerar el cierre de la planta, como ocurrió con la Refinería de Azcapotzalco en 1991. Aun así, el gobierno estatal insistió en que la estrategia actual es trabajar de manera gradual con la Federación, pese a que los efectos negativos de las emisiones de Refinería continúan afectando a la población de la zona metropolitana.

Refinería De Cadereyta Y La Coordinación Estatal-Federal Insuficiente
Durante la comparecencia, el Secretario de Medio Ambiente afirmó que existe buena comunicación con la Semarnat, la Secretaría de Energía y Pemex. Sin embargo, no detalló acciones locales contundentes que presionen por una respuesta más acelerada. Esta falta de iniciativas desde el ámbito estatal ha generado críticas constantes, ya que la contaminación se mantiene y las afectaciones en salud aumentan.
El gobierno federal trabaja en nuevas normas para permitir el acceso a gasolinas más limpias, lo que podría reducir parte de las emisiones contaminantes indirectas. No obstante, el avance de esta medida depende de procesos regulatorios que tardarán en entrar en vigor. Mientras tanto, la población sigue expuesta a los mismos niveles de contaminación que han caracterizado a la Refinería de Cadereyta en la última década.
El Secretario también habló sobre un acuerdo próximo con Zinc Nacional para trasladar la mayoría de sus procesos fuera del área metropolitana. Aunque esta medida reducirá parte de la carga ambiental, no representa una solución real para el impacto específico de las emisiones de Refinería, que continúan siendo la principal fuente industrial contaminante en la región.
Refinería De Cadereyta: Estado Reconoce Problema Pero No Acelera Soluciones
La explicación estatal sobre las renovaciones en marcha generó inquietud entre legisladores y ciudadanía. La promesa de terminar las obras en dos años, aunque necesaria, llegó acompañada de una sensación de que el gobierno estatal pudo haber actuado antes para mitigar los riesgos ambientales. La propia autoridad aceptó que es un “gran reto”, pero no ofreció evidencia de gestiones locales que busquen reducir el tiempo estimado del proceso.
Mientras tanto, el área metropolitana seguirán recibiendo las consecuencias de las emisiones contaminantes que la planta libera a diario. Los episodios de mala calidad del aire continuarán afectando a quienes viven cerca de la refinería o en zonas donde las partículas suspendidas se acumulan con facilidad debido a las condiciones del clima.
Las acciones anunciadas por el gobierno estatal no muestran un cambio de ritmo que corresponda con la urgencia del problema. La Refinería de Cadereyta sigue funcionando con procesos antiguos, equipos desgastados y una estructura que requiere más que reparaciones parciales. Por ello, la ciudadanía cuestiona si la estrategia actual es suficiente para enfrentar una crisis ambiental que lleva años afectando el entorno y la salud pública.
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