Todas las noches la refinería “Ing. Héctor R. Lara Sosa” en Cadereyta Jiménez descarga toneladas de contaminantes que, al amanecer, se reflejan en una capa gris que cubre a Monterrey y su área metropolitana.
Si bien el gobernador de Nuevo León afirmó que la refinería ya contamina 94 por ciento menos gracias a una inversión millonaria que hizo Pemex para mejorar sus procesos, las condiciones son las mismas que en años anteriores.
Grandes llamaradas y fumarolas sobre las instalaciones de Pemex de Cadereyta pueden verse en las primeras horas del día, lo que provoca un alto índice de partículas contaminantes PM2.5 y PM10 que llenan el cielo regiomontano.
Expertos en el tema han señalado que no existe evidencia de la supuesta inversión de mil 200 millones de pesos hecha por Pemex y tampoco que las emisiones de la planta sean revisadas por las autoridades federales.
Cabe mencionar que debido a su ubicación, la contaminación de la refinería es frecuentemente arrastrada por los vientos hacia municipios como Monterrey, San Pedro Garza García, Santa Catarina y García.
