Los métodos implementados por estos tratamientos consisten en torturas que violan los derechos humanos, además que no tienen base científica.
La comunidad LGBTTTI+ estará más segura gracias a una reforma en la ley de Nuevo León que penalizará las terapias de conversión con condenas de hasta 5 años de cárcel. La propuesta fue presentada por la diputada Iraís Reyes y aprobada por el Congreso local.
Las terapias de conversión carecen de un sustento científico y no han demostrado resultados positivos, por el contrario, son métodos de tortura que privan de la libertad a las personas solamente porque otros no quieren aceptar sus preferencias sexuales y el género. Este cambio ayuda a la protección de la comunidad LGBTTTI+ que aún sigue vulnerable en otros aspectos.
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