La línea 4 del metro construida sobre drenaje pluvial ha desatado una serie de inundaciones que ya afectaron avenidas clave como Gonzalitos y Venustiano Carranza. La obra, impulsada por el Metro de Samuel, fue colocada sobre el principal colector de la ciudad, bloqueando el flujo del agua. Una muestra más de improvisación y falta de buena gestión estatal.

Línea 4 Del Metro: Obra Acelerada Que Causa Inundaciones
La construcción de la línea 4 del metro en Nuevo León no solo representa un error de planeación: es una amenaza directa para la infraestructura urbana. Durante los trabajos, se colocaron siete pilotes dentro del drenaje pluvial que conduce el agua al Río Santa Catarina. Esos tubos de acero y concreto, en lugar de sostener progreso, ahora sostienen el caos.
De acuerdo con expertos que recorrieron el lugar, los pilotes están incrustados en el ducto que corre por Venustiano Carranza y Constitución. Cada uno interrumpe el paso del agua y provoca que, durante las lluvias, el flujo se ralentice, generando acumulaciones de agua que terminan por brotar en las calles.
Las consecuencias fueron inmediatas: las lluvias del 22 de agosto y 8 de septiembre provocaron corrientes peligrosas en Gonzalitos, donde incluso una mujer estuvo a punto de ser arrastrada. Lo que el gobierno calificó como “precipitaciones atípicas” fue, en realidad, el resultado de una obra mal diseñada.
Inundaciones Por Fallas En La Construcción Del Metro De Samuel
Las imágenes hablan por sí solas: autos varados, vialidades colapsadas y familias atrapadas por el agua. Los especialistas explican que los pilotes del Metro de Samuel actúan como represas dentro del sistema pluvial, acumulando lodo, basura y piedras. Cuando el agua intenta avanzar, encuentra estos obstáculos, lo que reduce la velocidad del flujo y genera un efecto de presión interna.
El colector afectado tiene cuatro metros de diámetro y se ubica a más de seis metros bajo tierra. Desde allí, recibe escurrimientos de distintas colonias del poniente y los conduce hasta el Río Santa Catarina. Pero ahora, con los pilotes atravesando su estructura, el sistema entero quedó comprometido.
El Silencio Del Gobierno Estatal Ante La Evidencia
Hasta el momento, el Gobierno estatal no ha reconocido oficialmente la magnitud del problema. Sin embargo, fuentes consultadas por medios locales confirmaron que existe una investigación interna para determinar qué dependencia autorizó la construcción sobre el drenaje pluvial. Aun así, no se ha informado si se emprenderán acciones correctivas ni quién asumirá la responsabilidad por los daños.
Especialistas con décadas de experiencia en obras hidráulicas advirtieron que al menos tres pilotes deben ser removidos para evitar mayores inundaciones. Otros cuatro podrían mantenerse, pero con recubrimiento técnico para permitir el paso del agua sin dañar la estructura. Pese a las advertencias, los trabajos siguen avanzando sin corrección alguna.

Improvisación Y Prisas Políticas
El contrato para construir la línea 4 del metro fue adjudicado en 2022 al consorcio Mota Engil–CRRC. Desde entonces, se aceleraron los trabajos con la justificación de tener el proyecto listo antes del Mundial 2026. Sin embargo, varios ingenieros alertaron sobre la falta de un proyecto ejecutivo completo y de estudios de impacto hidráulico antes de iniciar la obra.
El resultado salta a la vista: una infraestructura mal diseñada que afecta el drenaje pluvial de la ciudad y pone en riesgo a miles de ciudadanos cada temporada de lluvias. Mientras el gobierno estatal presume avances en movilidad, la ciudad enfrenta las consecuencias de decisiones apresuradas y técnicas deficientes.
El metro de Samuel debía ser una solución para el tráfico, pero terminó convirtiéndose en otro símbolo del desorden y la improvisación estatal.
Afectaciones En Cadena Y Riesgo Permanente
Los daños no se limitan a Gonzalitos. El especialista que recorrió los túneles advirtió que también podrían verse afectadas avenidas como Ruiz Cortines, Simón Bolívar y Bernardo Reyes, donde los colectores conectan con el ducto principal. Si este se satura, el agua buscará salida por otros puntos, generando un efecto en cadena de inundaciones urbanas.
Además, el interior del pluvial está lleno de basura, varillas expuestas y desechos sólidos. Estos materiales retienen aún más el agua, intensificando la presión sobre el concreto y debilitando su estructura. De no intervenir pronto, los expertos prevén que las lluvias futuras podrían colapsar parte del sistema subterráneo.
Millones Desperdiciados Y Cero Rendición De Cuentas
La obra “estrella” del actual gobierno se ha convertido en sinónimo de derroche y mala planeación. Millones de pesos públicos fueron invertidos en una infraestructura que hoy provoca daños visibles en la ciudad. Mientras tanto, la administración estatal guarda silencio, sin ofrecer soluciones reales ni asumir errores.
El metro de Samuel, presentado como una promesa de modernidad, terminó bloqueando el drenaje pluvial que debía proteger a Nuevo León. Cada lluvia se convierte en recordatorio del costo de la improvisación: una ciudad bajo el agua y un gobierno que no da la cara.
La línea 4 del metro construida sobre drenaje pluvial representa uno de los mayores errores de infraestructura en años recientes. La ciudad paga hoy las consecuencias de decisiones políticas disfrazadas de progreso.
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