Las Sequías de día cero ya no son un escenario futurista lejano. Y aunque durante años se habló de ellas como un riesgo hipotético, hoy la ciencia ya habla en tiempo presente, en una década real, visible y calculada. Además, las estimaciones no solo están apuntando a territorios en crisis histórica, sino también a regiones modernas, desarrolladas y con infraestructura. Por eso, esta conversación ya no es exclusiva de países vulnerables, pobres o sin recursos. Esta conversación ya le pertenece al mundo entero. Y aunque el análisis es global, también tiene una bajada necesaria sobre ciudades como la Ciudad de México que incluso hoy está lidiando con estrés hídrico recurrente.

Las Sequías de día cero son eventos extremos donde literalmente el agua se agota al nivel de abrir el grifo y no tener una sola gota disponible. Y el punto central de todo esto es que esa fecha potencial, ese límite crítico que parecía lejano, puede ocurrir tan pronto como esta década. No se habla del 2080, no se habla únicamente del fin de siglo. El riesgo puede empezar desde los 2020 y 2030 en regiones clave. Y justo eso es lo que el nuevo estudio publicado en Nature Communications pone sobre la mesa mundial.
Factores Que Desencadenan La Crisis De Agua
El estudio señala que el detonante no es uno solo. Las Sequías de día cero surgen de la confluencia de variables simultáneas que rebasan cualquier capacidad de amortiguación. Por un lado, se combinan cambios climáticos profundos impulsados por emisiones derivadas de la quema de combustibles fósiles. Por otro lado, está la falta de lluvias sostenidas, ríos con bajo caudal y embalses disminuidos. A esto se suma la demanda cada vez más alta de agua para industrias, agricultura y consumo humano. Y finalmente está la administración deficiente de infraestructura hídrica.
Así, la vulnerabilidad no es solo natural o climática. Es política, económica y estructural. Y para 2050, casi tres cuartas partes de las regiones más propensas a sequía ya enfrentarán riesgo alto. Esto significa que el ritmo actual de calentamiento y consumo está adelantando todos los escenarios.
De hecho, los científicos reconocen que lo sorprendente no es el resultado final —ese siempre estuvo en proyección desde hace años— sino la velocidad de aceleración. Y por eso esta nueva evidencia genera alarma en ámbitos científicos, en análisis ambiental, pero también en economía global y cadenas industriales.
Regiones Con Mayor Riesgo De Sequías De Día Cero
El análisis pone foco en zonas específicas. Y aquí es donde la conversación cambia de tono, porque se esperaría que solo países con bajo desarrollo estuvieran en primera línea. Pero el mapa no funciona así. Existen regiones como el oeste de Estados Unidos, Mediterráneo, Asia, Australia o partes del sur de África que podrían enfrentar estos eventos desde esta misma década.
En Sudáfrica, Ciudad del Cabo estuvo a semanas de llegar a la fecha real de cierre. En India, Chennai estuvo a centímetros de la crisis absoluta cuando los embalses colapsaron y la población tuvo que formarse horas enteras bajo calor extremo para acceder a agua transportada en camiones. Esto no es ficción científica. Ya pasó y la ciencia dice que volverá a pasar.
Así como ocurre en esos países del sur global o con estrés hídrico histórico, la presión también está creciendo en países industrializados con producción intensiva. Texas y Arizona son parte del ejemplo moderno donde industrias como semiconductores y centros de datos compiten por el recurso agua en zonas particularmente sensibles.
México No Está Exento Del Riesgo
Y aunque el estudio no es específico para cada ciudad del planeta, sí establece que las grandes ciudades que ya tienen estrés hídrico están particularmente vulnerables. La CDMX no solo vive condiciones de sobrepoblación, expansión urbana acelerada y recarga limitada. También carga con infraestructura antigua, tuberías que pierden agua y una demanda que sube cada año. No es sorpresa que hoy se hable públicamente, con preocupación real, sobre la posibilidad de una crisis hídrica severa en el corto plazo.
Las Sequías de día cero pueden no comenzar oficialmente aquí mañana, pero la discusión dejó de ser exageración. Porque la combinación de mala gestión, crecimiento poblacional, falta de infraestructura actualizada y calentamiento ya está ocurriendo. Y la CDMX tiene episodios de reducción de presión, cortes programados, tandeos y discusiones de emergencia de forma regular. Así que este estudio no es ajeno para México.

Impacto Demográfico Irreversible
La investigación señala que hay regiones donde el evento puede ser tan prolongado que puede incluso cambiar la habitabilidad futura. No solo hablamos de sequía agrícola, sino la posibilidad de despoblamiento gradual. Y cuando un territorio deja de ser viable para sostener poblaciones grandes, el problema se magnifica globalmente. Porque el agua es el eje de la vida, pero también lo es del mercado, del desarrollo y de todo sistema de ciudad.
Por eso la idea central ahora se mueve hacia cómo acelerar la transición energética, cómo reparar fugas masivas y cómo evitar que la industria intensiva se asiente en zonas frágiles.
Un Ataque Global Al Recurso Vital
Las Sequías de día cero ya no deben verse como predicción lejana. Ya están asomando. Se están acelerando. Están mapeadas. Y son una consecuencia directa de un modelo de desarrollo que ha ignorado los límites planetarios. La urgencia ahora es hacer reformas profundas, urgentes y colectivas. Y aunque el estudio no incluye variables de aguas subterráneas, los científicos ya advierten que su impacto podría incluso subestimar la crisis real.
La conclusión es simple pero contundente: la humanidad tiene menos tiempo del que imaginaba.
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