Una conductora de Zuazua vivió un susto inesperado al descubrir una pitón de dos metros escondida en su vehículo. El hallazgo ocurrió en la colonia Real de Palmas y movilizó a autoridades municipales. Aunque el caso fue atendido sin heridos, dejó varias preguntas sobre cómo llegó el enorme reptil hasta ahí. Este hecho abre también la conversación sobre qué tan peligrosas pueden ser estas serpientes y por qué suelen aparecer en zonas urbanas.
Sorpresa En Plena Avenida Real De Palmas
El día parecía normal para la joven conductora que circulaba por la avenida Real de Palmas, en Zuazua, cuando un transeúnte la alertó sobre un animal que sobresalía de la defensa trasera del auto. En un inicio pensó que se trataba de un objeto atorado o algún desperfecto menor, pero poco después entendió que algo más grande se estaba moviendo.
El testigo insistió y señaló que la figura tenía forma de serpiente. La joven, sin comprender aún la magnitud del problema, redujo la velocidad para observar por los espejos. Fue entonces cuando confirmó que del auto salía una pitón de dos metros, algo completamente fuera de lo común en la zona.
De inmediato detuvo la marcha y pidió ayuda a Protección Civil de Zuazua. Aunque se encontraba nerviosa, logró mantener la calma mientras autoridades llegaban al sitio. Debido al tamaño del reptil, era necesario manipularlo con cuidado y evitar cualquier reacción brusca que pudiera poner en riesgo a los presentes.
Poco después, personal especializado llegó para asegurar a la serpiente. La maniobra tomó varios minutos, pues se trataba de un ejemplar fuerte y activo. Finalmente, fue puesta bajo resguardo y entregada al equipo de Parques y Vida Silvestre, quienes determinarían su estado y procedencia.
#Local | Una conductora de Zuazua recibió el susto de su vida cuando una pitón de más de dos metros comenzó a salir de la defensa trasera de su auto.
— Comunicalia | Noticias | Podcast (@comunicaliamx) November 24, 2025
Una persona que pasaba por la zona la alertó y, de inmediato, elementos de Protección Civil acudieron para asegurar al reptil. La… pic.twitter.com/wUleuHq4mG
¿Cómo Llegó La Pitón Al Vehículo?
Una de las principales dudas entre los vecinos fue cómo un animal de ese tamaño terminó escondido en un auto particular. Hasta ahora no existe una explicación confirmada, pero sí varias posibilidades que suelen observar los especialistas en fauna exótica.
Primero, es posible que alguien del área mantuviera serpientes como mascota. Aunque no es ilegal, muchas personas no cuentan con las medidas necesarias para evitar escapes. Las pitones, especialmente las jóvenes o medianas, pueden salir por una ventana mal asegurada o incluso romper contenedores frágiles.
Además, algunos propietarios subestiman su fuerza. Al ser constrictoras, poseen una musculatura capaz de empujar tapas, flexionar rejas y desplazarse por espacios estrechos. No sería la primera vez que un ejemplar se escapa sin que su dueño lo note de inmediato.
Otra opción es que haya sido abandonada. Lamentablemente, este tipo de reptiles es adquirido como mascota sin considerar el tamaño que alcanzan. Cuando crecen demasiado o requieren instalaciones más grandes, algunas personas optan por liberarlas cerca de zonas habitadas, lo cual representa un riesgo tanto para la fauna local como para los vecinos.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que la serpiente fuera transportada sin intención dentro del vehículo. En climas cálidos, reptiles buscan sombra o lugares donde refugiarse del sol. Un auto estacionado y con espacio en la defensa pudiera parecerles un sitio seguro. Aunque este escenario es menos frecuente, no es imposible.
A pesar de estas hipótesis, las autoridades no han podido determinar cómo llegó exactamente la pitón de dos metros al vehículo. Por ello, el caso sigue siendo un tema de atención en Zuazua y genera incluso conversaciones sobre la presencia de fauna exótica en entornos urbanos.
¿Son Peligrosas Las Pitones?
Cuando se habla de serpientes grandes, una de las preguntas recurrentes es si representan un peligro real para las personas. En el caso de las pitones, la respuesta es: depende. No son venenosas, pero su capacidad para constricción las convierte en depredadores potentes, sobre todo cuando alcanzan longitudes superiores a los cinco metros.
Las especies más grandes, como la pitón reticulada o la pitón birmana, pueden medir hasta siete metros y ejercer suficiente presión para inmovilizar animales de tamaño mediano. Es por eso que, bajo ciertas circunstancias, sí pueden ser peligrosas para humanos.
No obstante, eso no significa que suelan atacar de manera espontánea. Las pitones prefieren evitar el conflicto. En la mayoría de los casos solo actúan si se sienten acorraladas, amenazadas o si confunden una extremidad con alimento. Por lo general, buscan el camino más seguro para huir antes que enfrentarse a personas.
En ambientes naturales, las pitones suelen cazar mamíferos y aves. Los ataques a humanos son extremadamente raros y están más relacionados con la ocupación humana en zonas donde estos reptiles viven naturalmente. En ciudades como Zuazua, un ataque es aún menos probable, pues estos animales no forman parte de la fauna local.
Por ello, el caso de esta pitón de dos metros genera más curiosidad que alarma. Aunque su presencia causó sorpresa, el manejo adecuado de las autoridades permitió que nadie resultara lesionado. Este tipo de incidentes recuerda la importancia de no intentar manipular fauna exótica sin experiencia, ya que aun sin ser agresivas pueden reaccionar de forma impredecible.
Qué Hacer Si Encuentras Una Serpiente Grande
Saber cómo actuar ante un hallazgo de este tipo puede marcar la diferencia entre un susto controlado y una situación peligrosa. Lo primero es mantener la distancia. No importa si parece tranquila: es un animal fuerte que puede reaccionar con rapidez.
Además, nunca se recomienda intentar atraparla o tocarla. Incluso las especies no venenosas pueden generar lesiones por su fuerza o por una mordida defensiva. Lo ideal es contactar a Protección Civil o a unidades de fauna locales.
Por último, se debe evitar rodearla o intentar encerrarla. Esto puede estresarla y provocar que actúe de forma defensiva. Lo más prudente es observar su ubicación desde lejos hasta que un equipo especializado llegue al sitio.
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